Empezamos el finde en Waffle House, cogiendo energías para el día que nos esperaba con unos súper gofres. Nos pusimos en marcha y a medio camino paramos en una tienda decorada como si fuera una mina, en la que venden cosas como gemas y oro, y también puedes "encontrarlas" tu. Consiste en comprar un saco de tierra entre la que están escondidas, echas la tierra en un colador y lo mueves y le echas agua hasta que solo quedan las gemas. Luego te explican que gema es cada una y su valor (talladas), y te las quedas tú. Además, en cada bolsa viene una tarjeta, con la que puedes coger un huevo sorpresa y dentro hay una gema tallada. Catherine Paula y yo compartimos un saco, y me tocó a mí la tarjeta, y la gema que me tocó estaba valorada en cuarenta dolares!! Fue muy divertido encontrar las gemas, y muy interesante las historias de cada una.
Continuamos nuestro trayecto hasta que paramos a comer, en un buffet tipo Las Vegas dentro de un casino. ¡Gigante! Tenía comidas de todo el mundo, y hasta te hacían pancakes, tortillas y carne al gusto. Cuando acabamos no podíamos con nosotros, aunque siempre hay tiempo para sacarnos algunas fotos.
De nuevo al coche, y tras parar en una montaña con unas vistas preciosas durante cinco minutos, llegamos a Pigeon Forge. Es una especie de pueblo "tematico" con un montón de ferias y sitios de recreativos. Además, como casi estamos en Halloween, todo estaba decorado en acorde a estas fechas y era precioso.
Después de hacer el check-in y dejar las maletas, fuimos a un sitio que se llama "casa al reves" porque por fuera es una casa que está al revés! Dentro hay un montón de juegos, simulaciones, cosas curiosas, parque de aventuras y actividades (si alguna vez habéis estado en el Domus en Coruña o en la Casa de las Ciencias en Valencia os podréis hacer una idea, solo que más divertido) Mis favoritos fueron una simulación de una montaña rusa, una máquina parecida a una bicicleta que cuando pedaleabas daba vueltas de 360º, una pared de escalada y toda una red de puentes colgantes de tres pisos que había en una sala gigante.
En este cuenco había agua que estaba a la temperatura del mar el día que el Titanic se hundió... Yo no aguanté ni diez segundos con la mano dentro!
Cuando acabamos fuimos a un restaurante italiano. Y aquí viene lo gracioso. El camarero que nos trajo la comida era un chico de nuestra edad más o menos (aquí son camareros a estas edades) que era muy guapo, y lo comentamos y se lo contamos a Mary y Linda. Linda llamó a una camarera y le pidió una cosa, pero le dijo que quería que lo trajera el chico! Y nosotras riéndonos un montón y la camarera diciendo ah, sí es muy guapo. Cuando llegó, Linda le dice, puedes sacarte una foto con ellas? Y Paula y yo nos sacamos una foto con él!! Nos estuvimos riendo toda la cena.
Después de cenar fuimos a una feria, donde había karts (pero no coches de choque, sino unos para conducir por un circuíto) Montamos varías veces y fue muy divertido. Ya cuando acabamos fuimos al hotel, a descansar para el día siguiente.
El domingo, después de desayunar en el buffet del hotel, fuimos a Dollywood, un parque de atracciones ambientado al estilo country, con atracciones como si fueran minas, música country, decoración y empleados al estilo country... Además, con los colores del otoño y decoración de Halloween era precioso!
A Catherine, le encantan las montañas rusas, como a mí, así que ahí estuvimos todo el día para arriba para abajo. Tuvimos mucha suerte, porque no había mucha gente y casi no teníamos que esperar nada para montarnos.
Mi atracción favorita fue una montaña rusa que era como una mina. Combinaba partes en el exterior (con loopings y tirabuzones) con partes en el interior, decoradas como si fuera una mina. Además, había partes que estaba completamente a oscuras y no sabías lo que había delante. ¡Genial! Aunque nada que comparar con PortAventura...
Catherine ganó un cerdito de peluche en uno de estos puestos de explotar globos, y en la parte de niños pequeños encontramos una atracción de cerditos, y lo montamos. ¡Fue súper gracioso, el cerdito de peluche con niños pequeños! Y la señora que llevaba la atracción diciendo que teníamos un pasajero especial jajaja
También montamos en los coches de choque, pero flipad, no son como los coches de choque en España, donde vas en la dirección que quieres, chocándote con quien quieras... Aquí solo puedes dar vueltas y si coincide que chocas, chocaste...
A media tarde emprendimos el viaje de vuelta a Georgia, y hoy estuvimos todo el día con los gemelos en las outles, comimos en un chino, hicimos recados y descansamos. ¡Un día tranquilito después de un gran fin de semana!
Y mañana empieza... ¡Homecoming week! Cada día de esta semana iremos disfrazos de una cosa distinta: character day, Western day, Tourist day y Spirit day. Y el sábado ¡el baile! Ya os contaré.
Un besoooooo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario