Charleston

Qué ciudad mas bonita. De estas tipo pesqueras, con casitas de colores y un gran mercado. Pero bueno, empezaré por el principio...

El sábado nos despertamos pronto para ser un sábado (y aunque no lo fuera, también sería demasiado pronto) y nos lanzamos a la carretera, con cinco horitas de viaje ante nosotros (en las que pensaba dormir y al final no pegué ojo). Por el contrario, les estuve enseñando alguna canción en español y estuvimos hablando.

Llegamos a eso de las doce, y tras dejar el coche en un parking fuimos andando hasta el centro de la ciudad. Allí hay un mercado, pero no como los de España que venden fruta y pescado, era más bien un mercado de cosas artesanales (desde ropa y figuritas hasta árboles de navidad) Lo estuvimos viendo y luego fuimos a comer ¡marisco! Muy típico de Charleston (aunque no tan rico como el de España)

Al acabar fuimos en un tour por todo Charleston, en un carro de caballos. Y aunque hacía mucho calor me encantó, porque a medida que íbamos por la ciudad el guía nos iba contando la historia de la ciudad, muy importante en la revolución americana (lo cual me vino de perlas, ya que tuve examen de ese tema hoy).

Una hora después, fuimos a ver el mar, donde me saqué la típica foto saludando a España (el siguiente país después del océano Atlántico).

Ya nos fuimos al hotel a dejar las maletas, y luego a cenar. Al acabar, fuimos a unas outles de Old Navy que había al lado, y de vuelta otra vez al hotel a descansar.

El domingo lo empezamos con un buen desayuno buffet en el hotel. Recogimos nuestras cosas y fuimos en coche a una nave militar donde había un portaviones y un submarino de la segunda guerra mundial. Impresionante.

Para llegar a él, pasamos por un puente muy parecido al puente de Rande que tenemos en Vigo, aunque mucho más grande claro.

Y ya nos pusimos rumbo a Atlanta, a donde llegamos cinco horas después. Esa noche cenamos con los gemelos y sus padres en un restaurante italiano, para celebrar el cumple de Gary.

El lunes íbamos a ir a Stone Mountain a hacer senderismo con los gemelos y sus padres, pero como llovía acabamos yendo todos a unas outles gigantes que vendían adornos para la casa, incluyendo de Halloween y Navidad! Luego volvimos a casa y comimos, y estuvimos viendo una peli todos juntos.

Cuando se fueron, Gary y yo jugamos al tenis en las pistas que hay al lado de casa, la verdad fue muy divertido y me apetecía mucho.

A la tarde noche tocaron los deberes, nada que comparar con los de España claro, y al acabarlos vimos la peli de Mamma Mia.

Un fin de semana más largo de lo habitual y muy intenso. Esta semana de momento genial, ya actualizaré uno de estos días contándoos.

Besos a todos!